8 abr 2011

Hablar por teléfono


Cuando Graham Bell pudo materializar su sueño en 1876, con una conversación transmitida de una habitación a otra por medio de un aparato, de seguro no tenía ni la más remota idea de lo que serviría a la humanidad este maravilloso instrumento que hoy en día llamamos teléfono.
Y es que para los adolescentes más que una vía de comunicación, el teléfono es parte importante de nuestra vida.
Supongo que al igual que yo, los demás adolescentes disfrutan estar horas y horas hablando por teléfono, y es que a través de esta vía podemos compartir problemas y soluciones que en la escuela  es prácticamente imposible.
Hablar por teléfono no es solo hablar, es acercarnos a una persona especial, contar chistes, criticar maestros y alumnos. Por teléfono hacemos invitaciones para las salidas, hablamos de programas de TV, música, deportes.
Pero para nuestros padres, el hecho de que pasemos horas hablando por teléfono no es agradable, y es así como nos hacen decenas de preguntas para interrumpir la conversación.
- ¿hiciste todas las tareas?, ¿qué hiciste en la tarde? ¿Cómo estuvo la escuela  hoy? ¿Alguien llamó?
En fin, cualquier excusa es válida para pretender obligarnos a colgar.
En mi casa no se habla con muchas indirectas, mi mamá enfáticamente se acerca y me dice
- Tienes horas hablando por teléfono, así que cuelga  ahora mismo
No tengo más remedio que decir
- Hablamos luego
Qué joven de mi edad no disfrutar estar horas al teléfono, con la compu encendida, chateando y escuchando música
Mi mamá dice que es cosa de locos yo digo es cosa de jóvenes.
Creo que cuando mis padres eran adolescentes no se había popularizado el uso del teléfono, es la única respuesta para avalar que no existe manera de que entiendan de que siempre tendremos un tema de que hablar con nuestros amigos de la escuela.
Y como en el celular el dinerito se acaba, no hay más opción que seguir usando el teléfono de la casa.

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